Un placer, soy tu vagina

¿Qué tienen en común las películas como Histeria, ambientada en 1880 que celebra la creación del primer vibrador, o la escandalosa Maestro del Sexo, y más aún Harry te presento a Sally en los años 80, o la reciente Cincuenta sombras de Grey?

El sexo, por supuesto, disponible en cuatro películas diferentes y que se celebra de cuatro maneras diferentes, con un punto de vista femenino muy interesante sobre la cuestión.

Empezando justamente por la escena icónica donde una joven Meg Ryan finge un orgasmo de libro, frente a una ensalada en la mesa de un restaurante de comida rápida, se tiene la sensación de que la vagina (la celebrada en monólogos divertidos hace algún tiempo) sigue siendo una campo de minas, un territorio misterioso y sagrado en el cual aventurarse.

Meg Ryan en la película Harry te presento a Sally

La vagina, un ser misterioso

La verdad es que la confianza de que la mayor parte del sexo débil tiene con esta parte de su cuerpo es muy pequeña, y esto es increíble si tenemos en cuenta que conocerla mejor también implicaría sentir más placer.

La anatomía escondida

Bromear es fácil, pero entre nosotras las mujeres levanten la mano las que sabrían describir, sin duda, la forma que tiene la suya. El hecho de que no está a la vista como el pene, sino oculta por los labios y el vello púbico, la hace aún más misteriosa. Sería realmente útil una revisión en profundidad de su anatomía. ¿Cómo son los montes de venus y la abertura vaginal? Cuál es la diferencia entre labios pequeños y grandes y así sucesivamente. El conocimiento de los músculos, las terminaciones nerviosas y el clítoris pueden mejorar la calidad de nuestro orgasmo. Estamos disipando también otro mito: el clítoris no es sólo ese pequeño botón que se ve sobresalir, sino la punta de un iceberg, ¡y solo existe para darnos placer!

Anatomía de la vagina

¡Y ahora los ejercicios!

Entrenar ciertos músculos aumenta la emoción, ¿lo sabías? Si contraemos los músculos del suelo pélvico, el clítoris se baja y la emoción se eleva. La mejor manera de entrenar estos músculos, increíblemente, es apretando y soltando, como si tuviésemos que retener el pis.

Ahora que tienes una mejor visión general sobre la importancia de conocer bien tu vagina, consúltate tú misma en el espejo respecto a su forma, y compruébala. Pero siempre recuerda que tu Hombre debe saber lo que te gusta, lo que te excita y cuáles son tus zonas más erógenas: averiguar lo que más nos excita (o menos, ¿por qué no?) significa redescubrir el placer de hacer el amor en una relación completa y satisfactoria.